Nos juntamos por la tarde,
casi sin saber qué hacer,
sabíamos solo una cosa,
que lo pasaríamos bien.
Cada cual con su instrumento,
sin esperar nada a cambio
nos pusimos a ensayar,
no pensando en el tormento
que se nos venia encima,
y sin poderlo remediar,
nos pusimos a tocar.
No nos conocíamos de nada,
tocábamos las guitarras
y la gente se ilusionaba,
tocábamos el pandero,
otro llevaba la caja
que le daba con esmero.
Llego el momento de salir
a tocar al escenario,
el público se puso a aplaudir,
y a dedicarnos un comentario.
Cantábamos canciones lentas,
villancicos muy deprisa,
tocábamos nuestras guitarras
y nos entraba la risa.
La gente lo pasaba bien
escuchando las canciones,
ya no les faltaba nada,
se llenaron de pasiones.
Al terminar todo acabó,
y entre sollozos y risas,
nos tomamos una sidra,
con toda nuestra ilusión.
La gente que nada tiene,
solo con un poco de Amor
en la veda se sostiene,
y se alegra el corazón.
Autor: Eugenio Llamas ( Uge )
Este poema se lo dedico a la casa de acojida de SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, ( COTOLENGO ) y en especial a toda la gente que allí esta viviendo, por que cuando fuimos a visitarlos, nos lleno de alegría el ver como la gente nos acogía. Por todo el bien que hacen, y para que sigan así
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