Hoy era el día en que por cualquier motivo te
sientes solo, y sin saber porque, sientes un profundo vacío en el estómago.
Absorto en mis pensamientos, sin pensar en
nada, con la mente en blanco pero con la cabeza puesta en lo que tarde o
temprano ocurriría.
Pasaban los días y sin embargo no los
disfrutaba como yo solía hacer desde que tengo uso de consciencia y razón.
A veces pensaba que no podía ser yo, aquel ser
tan ajeno a mí, que hasta ni yo me reconocía.
Por otro lado pensaba: lo que tuviese que
ocurrir acontecería tarde o temprano, no
podía hacer otra cosa nada más que esperar a que pasase el tiempo sin nada más
que hacer. Pero en el fondo yo sabía que podía hacer algo para remediarlo.
Y eso es lo que tenemos que hacer en esta
vida, solucionar las cosas antes de que
el ahogo y los malos entendidos lleguen con el tiempo a estar tan hondos que no
haya nadie que los escuche, y se te queden clavados para siempre en el corazón.
E. Daniel.
( Uge )
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