TU ALIENTO ME CONMUEVE |
El día en que naciste me
contagié de tu alegría,
Esa alegría tuya que no dejas
que se vaya, por muy mal que se pongan las cosas,
Sé que en el fondo de mi
corazón no quiero que cambies nunca,
ni para bien, ni para mal,
Porque solo el temor de saber
que puedes cambiar,
¡¡¡… podrían variar tantas cosas en ti…!!!!,
de las que me siento tan
dichoso de haber contribuido a inculcártelas,
que hasta en ese abismo tuyo…,
me sentiría confundido.
Con un suspiro tuyo me
estremezco,
Con una palabra tuya, me
derrito,
Con una mirada tuya, me
fascino, me siento aliviado de todo mal.
Quiero sentirte siempre tan
cerca, que no disfruto lo que debiera de disfrutar
sin tu presencia.
Siempre estaré ahí para darte
mi aliento, aunque tú no lo sepas
Porque tú me lo das a mi cada
mañana al verte y al arroparte.
E. Daniel
( Uge )
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