Tu voz resuena a lo lejos como queriendo encontrar la mía,
Tu voz que a lo lejos se escucha más tenue y difusa cada día,
esa voz que un día dejaste caer, y yo viéndola deslizarse como una pluma, quise
arroparla y buscarla en la lejanía.
Tu me enseñaste a valorar lo hermoso que es el silencio
cuando sabemos escucharlo, cuando sabemos sacar de él esas frases rotas solo
por la melancolía de una voz olvidada antaño, y que un día aparecería para
apagar ese silencio.
Tu voz, que ahora se ha apagado, y solo se deja oír en la lejanía,
es cuando me dice, sugiere y me invita al recuerdo de los momentos vividos hace
ya demasiado tiempo.
Por eso lo que más deseo es compartir a tu lado ese silencio
tan anhelado, y que rompimos aquel día.
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